¿Hacemos una crema facial? Segunda parte

La maceración.

Si te has leído el post anterior, hablábamos de como podiamos preparar una crema, enriqueciéndola con maceración de plantas en la parte oleosa.
Una planta optima para la maceración de tu crema es la de Caléndula (Calendula officinalis), en un aceite de almendra o de sésamo.
Esta flor es muy útil en casos de trastornos cutáneos (acné, quemaduras, psoriasis), y en la aparición de capilares rotos. Tiene efecto calmante y antiinflamatorio.
Por estas propiedades, nuestra crema será adecuada para pieles delicadas, tanto en jóvenes, como en adultos.
Además el Aceite de Almendra, le confiere propiedades suavizantes y calmantes, lo que junto con las propiedades de la caléndula nos proporcionaría una maceración optima para pieles irritadas y secas.
 
Pero, si nos decidiéramos hacerlo en Aceite de Sésamo, este aportaría propiedades regenerantes y flexibilizantes (muy indicado para pieles maduras). Tiene Vit. E, y antioxidantes, que le confieren una mayor hidratación a la piel. El aceite de Sésamo, es uno de los aceites más utilizados en cremas solares, por su capacidad de absorber rayos ultravioletas y proteger la piel del sol.


¿Qué opinas?, ¿te parece un proceso sencillo?... Figúrate todas las posibilidades que tienes. Y solo hemos hablado de la fase oleosa, te queda la acuosa y los principios activos.


 

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